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No a los circos con animales

No a los circos con animales Los circos sacan a los animales de su habitat natural, los fuerza a vivir la mayor parte de sus vidas encadenados dentro de camiones que viajan por cientos de millas, y después los obliga a actuar bajo la amenaza constante de castigos.

La clave para salvar especies en peligro de extinción es cuidando su habitat, no sacándolas de ahí para ponerlas en un medio ambiente artificial.

El estado cautivo de los animales no proveen valor educativo alguno. No nos dice nada sobre la naturaleza, porque es completamente artificial. El único grupo que se beneficia del circo es el circo mismo.

Mientras los humanos en el circo disfrutan la atención del público, a los animales no les interesa: es algo que están forzados a soportar. El circo no es ninguna diversión para los animales.

Los pruebas que tienen que hacer ni siquiera se acercan a las acciones y comportamientos naturales de los animales.

El cautiverio de animales salvajes provee una atmósfera de miedo, aburrimiento, enfermedad y ansiedad. A los animales se les niega todo lo que es natural para ellos: comida, actividad, socialización y comportamientos naturales.

El ir y venir o dar vueltas en la jaula, el morder las rejas y la automutilación son comunes en los animales de circo. Esto ahora está reconocido como comportamiento neurótico causado por el cautiverio y un modo de vida artificial.

Los látigos, bozales, cadenas y otras “herramientas” utilizadas en los circos son recordatorios visuales constantes de que estos animales están forzados a actuar mediante el miedo.

Se dice que los circos nos permiten sentirnos cerca de la naturaleza cuando, en realidad, lo que las rejas de acero hacen es enfatizar y reforzar la separación entre los hombres y los humanos.

Los elefantes están encadenados por el 95 por ciento de sus vidas. Los tigres viven y son transportados en jaulas de 3 x 2 metros.

Barras de acero, látigos, bozales, picanas eléctricas, deprivación de agua y comida, ganchos, patas quemadas, químicos cáusticos, cadenas y aislamiento son los “métodos de entrenamiento” que se utilizan.

Los espíritus de estos animales están quebrados: toda su vida se la pasan degradados, aislados, encadenados, solitarios y aburridos. ¡Esto no es entretenimiento!

Los circos les enseñan a los niños que está bien dominar, pegar latigazos, encadenar y golpear a otra entidad viviente capaz de sentir dolor. Esta falta de sensibilidad no es algo que la mayoría de los padres quisiera enseñar a sus hijos.
Los animales de circo son puestos en jaulas demasiado pequeñas como para que se muevan con comodidad, o se los encadena de manera de que se queden quietos. Son prisioneros del negocio y la crueldad.

Los animales de circo son prisioneros que no han cometido ningún crimen.

Dejemos que los circos con animales se unan a las trampas para osos, las riñas de gallos y la tortura de toros en el basural de antiguos abusos que ya no nos entretienen.

Para aquellos que crean que el circo con animales es una tradición que pertenece a nuestra cultura, recordemos que los niños mineros y la esclavitud también lo eran.

Los animales actúan a causa del miedo.

La entrada no es el único precio que se paga. Los animales pagan con su sanida mental y sus vidas. Janet, una elefante a la que se le disparó 43 veces, es un buen ejemplo. Pero hay muchos.

El uso de animales como entretenimiento ha sido prohibido o restringido en Suecia, Suiza, Dinamarca y partes de Inglaterra, Irlanda y Estados Unidos (Corona, California; Stamford, Connecticut; Hollywood y Lauderdale Lakes, Florida; Takoma Park, Maryland; Redmond, Washington; Port Townsend, Washington, y Braintree, Quincy, y Revere, Massachusetts).

Una vez que a estos animales se los considera “gastados” o comienzan a exhibir comportamiento agresivo, con frecuencia se los vende a traficantes de animales o a granjas de cacería, donde son utilizados como blanco.

Los animales de circo tienen una vida solitaria y miserable.

Según la disponibilidad de comida, los tigres salvajes se apoderan de un territorio de 75 a 2,000 millas cuadradas (entre 195 y 5,200 km cuadrados). Una jaula de circo mide aproximadamente 3 x 2 metros. El único ejercicio que tienen los tigres es cuando se lo fuerza a actuar. El tipo de espectáculos que se los fuerza a soportar no tiene ninguna similitud con su comportamiento natural.

Los tigres son animales seminocturnos y solitarios a quienes les encanta el agua. En el circo, son forzados a actuar durante el día, están enjaulados uno al lado del otro y deben actuar en grupo. Por supuesto, no tienen acceso a bebederos naturales.

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