Miriam
Cortinas de negro había dentro de la habitación
Tapando la luz , la luz que siempre hiere sus ojos
No había nada brillante en toda esta mansión, no, no
Salvo la luz del candelabro y
el fuego que ardía realmente lento
Oh Miriam, ¿por qué tuviste que ir y morir?
Cortinas de negro había dentro de la habitación
Abigail no estaba sola, había alguien más aquí tambien
"Acércate, querida", dijo la sombra en la silla de ruedas
"Acércate al fuego, para que pueda ver mejor tu cara"
Oh Miriam, ¿por qué tuviste que ir y morir?
La sombra no podía creer, el parecido en su cara
Parecía que su Miriam hubiese vuelto de la tumba
"Soy el Conde de La Fey, ¿y tu eres...?"
"Abigail" susurró y se estremeció hasta los huesos
"¿Puedo?" dijo él, "¿Puedo llamarte Miriam?"
"Miriam o Abigail está bien. Puedes incluso llamarme Lucy ya que es sólo un nombre"
El se levantó con esfuerzo de la silla de ruedas
Desde su caída hace muchos años
Ahora sólo puede andar con un bastón, que lástima
"¡No te muevas! Quédate donde estas"
y entonces él estaba justo tras ella
Tocando su largo cabello negro
él respiraba mucho más pesadamente ahora
Entonces le cogió la cabeza
De dolor ella gritó mientras él
Arrancó un mechón de ese hermoso cabello
oh querida, oh querida, oh querida
El rápidamente avanzó con esfuerzo por el suelo a un armario más pequeño
Tras puertas de cristal, ponía "A mi muy Amada"
Fue entonces cuando comenzó a comparar, y ella vió la otra Cabellera
En su retorcida mente, ella había vuelto, pero, ¿por qué?
"Debo retirarme, querida, para prepararme
Tu deberías hacer lo mismo, mañana un heredero"
Tapando la luz , la luz que siempre hiere sus ojos
No había nada brillante en toda esta mansión, no, no
Salvo la luz del candelabro y
el fuego que ardía realmente lento
Oh Miriam, ¿por qué tuviste que ir y morir?
Cortinas de negro había dentro de la habitación
Abigail no estaba sola, había alguien más aquí tambien
"Acércate, querida", dijo la sombra en la silla de ruedas
"Acércate al fuego, para que pueda ver mejor tu cara"
Oh Miriam, ¿por qué tuviste que ir y morir?
La sombra no podía creer, el parecido en su cara
Parecía que su Miriam hubiese vuelto de la tumba
"Soy el Conde de La Fey, ¿y tu eres...?"
"Abigail" susurró y se estremeció hasta los huesos
"¿Puedo?" dijo él, "¿Puedo llamarte Miriam?"
"Miriam o Abigail está bien. Puedes incluso llamarme Lucy ya que es sólo un nombre"
El se levantó con esfuerzo de la silla de ruedas
Desde su caída hace muchos años
Ahora sólo puede andar con un bastón, que lástima
"¡No te muevas! Quédate donde estas"
y entonces él estaba justo tras ella
Tocando su largo cabello negro
él respiraba mucho más pesadamente ahora
Entonces le cogió la cabeza
De dolor ella gritó mientras él
Arrancó un mechón de ese hermoso cabello
oh querida, oh querida, oh querida
El rápidamente avanzó con esfuerzo por el suelo a un armario más pequeño
Tras puertas de cristal, ponía "A mi muy Amada"
Fue entonces cuando comenzó a comparar, y ella vió la otra Cabellera
En su retorcida mente, ella había vuelto, pero, ¿por qué?
"Debo retirarme, querida, para prepararme
Tu deberías hacer lo mismo, mañana un heredero"
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